El 25 de agosto ya no es solo una fecha más en el calendario paraguayo. A partir de 2024, se convierte en el Día Nacional del Idioma Guaraní, tras la sanción de la Ley N° 7345, que institucionaliza esta efeméride en honor al Primer Congreso de la Lengua Guaraní, realizado el 25 de agosto de 1967 en Villarrica del Espíritu Santo.
Este congreso fue un hito histórico: por primera vez, lingüistas, educadores, escritores y comunidades guaraníes se reunieron para unificar criterios sobre la ortografía, gramática y enseñanza del idioma. Fue el punto de partida para transformar al guaraní de una lengua oral y marginada en una lengua escrita, estandarizada y dignificada, sentando las bases para su reconocimiento constitucional como lengua oficial de Paraguay en 1992.
El guaraní es mucho más que un medio de comunicación. Es la voz de más del 70% de los paraguayos, la lengua materna en hogares urbanos y rurales, y el hilo invisible que une generaciones. Es la lengua de las abuelas que cuentan leyendas, de los niños que juegan en el patio, de los poetas que riman con sabiduría ancestral y de los jóvenes que hoy lo llevan a las redes sociales, al rap, al cine y al arte digital.
Con esta nueva ley, Paraguay no solo rinde tributo a una lengua viva, sino que reafirma su identidad bilingüe y pluricultural. El 25 de agosto deja de ser solo una conmemoración simbólica para convertirse en un llamado a promover, proteger y enriquecer el guaraní en todos los ámbitos: educación, justicia, medios de comunicación, ciencia y tecnología.
Hoy, más que nunca, el guaraní sigue evolucionando. Se adaptan nuevas palabras para nombrar realidades modernas (“komputadora”, “internete”, “telefone”), se escriben novelas y se producen contenidos audiovisuales en idioma nativo. Y todo esto es posible gracias al legado del Congreso de 1967 y al esfuerzo continuo de quienes han defendido que hablar guaraní no es un acto de resistencia, sino de orgullo.
Celebrar el Día Nacional del Idioma Guaraní el 25 de agosto es, entonces, honrar a quienes soñaron con una Paraguay que se exprese en su lengua propia. Es recordar que nuestra alma colectiva habla guaraní.
“Ñande reko, ñande ñe’ẽ, ñande ágä”
(Nuestro modo de ser, nuestra lengua, nuestra alma)