La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood decidió agregar una nueva modalidad al reglamento; permitir que los representantes de actores, cineastas y demás oficios voten en los premios Oscar.

Hasta el momento sólo eran admitidos como miembros asociados de la Academia, podían acceder a privilegios como ver las películas en forma privada o recibir copias antes que la prensa y el público, pero no podían votar.

La explicación era la evidente; se temía que votaran por sus clientes. Pero tal argumento chocaba con una realidad. Y es que entre los miembros de la Academia están incluidos los relacionistas públicos, cuyos clientes son también actores, directores y otras profesiones por ende, el pedido de los representantes tenía sustento.

Entre las razones que se barajan para que se haya tomado esta decisión es posiblemente la búsqueda de mayor diversidad de género y etnia, algo que la Junta de Gobernadores de la academia, conformada por 54 personas, entre las que se encuentran figuras como Steven Spielberg, Laura Dern y Whoopi Goldberg, entre otros, viene persiguiendo en los últimos años para dar una imagen políticamente correcta.